Paris ofrece una manera rara para pasar una noche entre los muertos. En los subsuelos de París hay una red de túneles que sirven como cementerio para más de 6 000 000 de personas de distintas épocas. La longitud de los túneles es más de 300 km.
El municipio de Paris arrendará a la empresa un osario en estas catacumbas para que el ganador de un concurso organizado por la compañía Airbnb pueda pasar la Noche de Brujas (es decir Halloween) en su interior.
El ganador del concurso organizado por Airbnb podrá llevar a otra persona. Como dice un diario de Paris, las reglas fijadas por el Ayuntamiento incluyen la prohibición de usar velas y que la cama se sitúe a una distancia de al menos 70 centímetros de los esqueletos.
Estos túneles se llamaban les carrières de Paris (las canteras de París) y funcionaron como canteras de piedra caliza para construir gran parte de los monumentos y edificaciones de la ciudad. Pero en 1786 se decidió trasladar allí los cadáveres y huesos de distintos cementerios de la ciudad.